Una empresa italiana ha sido quien ha estado investigando las incesantes actualizaciones que realizan Apple y Samsung, las que, en lugar de mejorar rendimiento, acaban por ralentizar dispositivos. Es por ello que todos los teléfonos móviles, tabletas y demás terminales ya no funcionan tan rápido como de costumbre.

El argumento principal que esgrime la empresa demandante es que las constantes actualizaciones de firmware de los teléfonos móviles han causado graves fallos de funcionamiento y han reducido significativamente el rendimiento de los servicios.

Las actualizaciones, afirman, se muestran a los usuarios constantemente en sus dispositivos y son de instalación obligatoria. Además, tras instalarlas, no está permitido volver a la versión anterior si es que el usuario así lo quisiera.

De todas formas, ambas empresas, Apple y Samsung, han recibido sendas multas de millones de euros, en primer lugar, por no informar debidamente a sus usuarios sobre los cambios.

¿Cuál es la multa por ralentizar dispositivos para Apple y Samsung?

Apple recibe doble multa, ya que se le acusa de ralentizar dispositivos y además de no haber realizado ningún aviso, ni informado adecuadamente sobre ello a sus clientes.

Las multas ascienden a los 15 millones de euros. 10 tendrá que pagar Apple y 5 Samsung. En el caso de Apple, hay modelos y usuarios concretos afectados. Los móviles por los que ha recibido la multa son el iPhone6, el 6 Plus, el 6S y el 6S Plus. Modelos que al recibir iOS10 presentaron problemas de rendimiento bastante graves.

Recientemente entrado el año 2017 fue Apple quien aceptó que existían problemas en sus móviles, pero solamente ofreció baterías de repuesto con algún descuento. No realizaban el cambio gratuito a pesar de que era un fallo de fábrica.

Apple no informó a sus consumidores con la claridad necesaria sobre las características de las baterías, su vida útil y su deterioro posterior. Ni tampoco las medidas que aplicaría en esos casos para solucionarlo.

Por este motivo recibe 5 millones de euros de multa y otros 5 millones más por el tema concreto de la ralentización generada por sus actualizaciones.

En el caso de Samsung, solo existe un terminal afectado: el Note 4. Este móvil se puso a la venta en setiembre del año 2014 y en mayo del año 2016 recibió una actualización para Android 6.0 Marshmallow. De todas formas, no se informó al usuario que podría haber fallos que se relacionarían con el hardware al aplicar esa actualización. Por este motivo, recibe 5 millones de euros de multa.

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