Repara tu consola clásica: Virtual Boy

Reparar tu consola clásica: Virtual Boy

Recientemente nos hemos encontrado con casos especiales en DoctorTronic. Personas que han decidido confiar en nosotros para arreglar algunos de sus vienes más preciados. Por ejemplo, reparar la consola clásica Virtual Boy, un fracaso en su día de parte de Nintendo, pero todo un éxito a largo plazo, ya que se ha convertido en un incunable hoy en día del que hay pocos ejemplares en el mundo. Por eso nos enorgullece especialmente que confíen en nuestras manos tan preciado bien.

Cómo era la consola clásica Virtual Boy

Ahora, Te recordamos todo lo que te ofrecía esta máquina, porque estamos seguros que te animarás a hacerte con una si puedes.Uno de los intentos primigenios de ofrecer juegos en 3D que no terminó de cuajar, pero que plantó las primeras semillas para cuanto ha llegado después.

Pues bien, la Virtual Boy disponía de un procesador NEC de 32 bits a 20 MHz. Se trataba de una consola que ofrecía una resolución de 284 x 224 píxeles.

Su funcionamiento se daba mediante un array de 224 LEDs y un conjunto de espejos. Todo ello funcionaba a gran velocidad para generar la imagen final.

Repara tu consola clásica: Virtual Boy

Esta consola también destacaba por su controlador. Tenía un diseño similar al mando de la Playstation, por lo que incluía una serie de controladores digitales que permitían el movimiento en los tres ejes. Precisamente a este punto era donde se conectaban nada menos que seis pilas de tipo AA que alimentaban la Virtual Boy.

En la actualidad se ha convertido en un auténtica reliquia, así que si en su momento la conseguiste comprándola en el mercado oriental, no lo dudes porque eres un privilegiado.

Para ella solo salieron 22 juegos y al año siguiente de su salida la consola dejó de producirse, por lo que ya es una auténtica reliquia con la que disfrutar.

Hoy en día hay privilegiados que pueden comprar una Virtual Boy de Nintendo y disfrutar de sus casi dos docenas de juegos en 3D. Y nosotros estamos encantados de poder ojear estas maravillosas reliquias vintage. Aunque solo sea una lente, tenerla en las manos y la confianza que depositan sus dueños en nuestro trabajo ya merece este post.